Jackson Cionek
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Canto encarnado: voz, interocepción y Cuerpo-Territorio en la pericia vocal

Canto encarnado: voz, interocepción y Cuerpo-Territorio en la pericia vocal

(Conciencia en primera persona • Neurociencia decolonial • Brain Bee • El Sentir y Saber Taá)


El Sentir y Saber Taá — cuando la canción empieza por dentro

Cuando canto, el sonido que llega al mundo es la última parte de la historia.
Antes de que cualquier nota salga de mi boca, ocurre algo mucho más discreto:

mi diafragma se prepara,

mis costillas se abren o se cierran un poco,

mi garganta se relaja o se tensa,

el pulso en mi cuello cambia,

aparece una vibración fina en el pecho.

Si presto atención, noto que mi voz empieza como interocepción — como un sentir desde adentro, no como un sonido afuera.
Taá, aquí, es ese momento en el que siento la canción antes de saber la canción.

El experimento que comentamos hoy hace exactamente eso: pregunta si ser más consciente del cuerpo interno cambia cómo cantamos y cuán musicales nos volvemos.
La publicación que ancla este blog es:
Ana M. Zamorano, Nicolai T. Haumann, Davide Ligato, Pauline Maublanc, Elvira Brattico, Peter Vuust & Beate Kleber (2025). “Embodied Singing: The dual role of interoception in vocal expertise and musical competence.” Annals of the New York Academy of Sciences.

Este artículo es central para quien quiera conectar:
voz,

interocepción,

experticia musical,

y, en nuestro lenguaje, Cuerpo-Territorio.


Una pequeña apertura decolonial: palabras que encogen el cuerpo

Al leer este estudio, también noto cuántas veces la neurociencia describe al cantante como “solo” un sistema de bucles de control: laringe, retroalimentación, error de predicción, optimización.
Me doy cuenta de que incluso mis palabras han sido colonizadas.
El lenguaje que aprendí a usar encoge:

mi cuerpo hasta volverlo una máquina defectuosa,

mi mente hasta volverla un conjunto de sesgos y déficits,

mi espiritualidad hasta volverla superstición,

mi política hasta volverla consumo y productividad.

Por eso tantos neurocientíficos evitan preguntas que expondrían lo que la ciencia colonial no sabe nombrar.
Pero cuando siento mi cuerpo antes de pensar — cuando aparece Taá — veo que no hay separación entre Neurociencia, Política y Espiritualidad (Utupe, Xapiri, memoria viva).
Lo que coloniza no es solo la historia;
es el vocabulario que nos prohíbe existir como seres completos.

Cada descubrimiento científico, cuando se lee con valentía, abre una pequeña grieta en la Zona 3 y le devuelve al cuerpo lo que siempre fue: territorio vivo de mundos posibles, vibrando en pecho, respiración y voz.


¿Qué preguntaron realmente Zamorano y colegas?

La pregunta central del estudio es simple y hermosa:
¿La interocepción cumple un doble papel en el canto — tanto en convertirse en vocalista experto como en la competencia musical más amplia?

Comparan:
cantantes entrenados,

personas no cantantes o con menos entrenamiento,

medidas de precisión interoceptiva (qué tan bien percibo señales internas),

y medidas de desempeño y competencia musical.

No es solo “quién tiene el mejor oído”.
Es quién siente el cuerpo por dentro, y cómo ese sentir moldea el control de altura tonal, el tiempo y la expresión.


Métodos y análisis de señales — explicado para Brain Bee

Aunque el artículo es principalmente psicofisiológico y conductual, vive en la misma familia metodológica que EEG y fNIRS:

Tareas de interocepción
Por ejemplo, tareas de detección del latido o de foco respiratorio,
pidiendo a las personas contar latidos o rastrear sensaciones internas sin retroalimentación externa.

Tareas vocales y musicales
Igualación de altura tonal, reproducción melódica, notas sostenidas,
evaluaciones de musicalidad y control vocal.

Señales fisiológicas
Frecuencia cardíaca, respiración, a veces combinadas con EEG en trabajos relacionados,
permitiendo analizar cómo los ritmos internos se sincronizan con el desempeño vocal.

Cuando el EEG está presente en esta línea de investigación, una tubería típica incluye:
ICA (Independent Component Analysis) para remover parpadeos y artefactos musculares;

FFT (Fast Fourier Transform) para explorar actividad oscilatoria (por ejemplo, en cortezas auditivas y motoras mientras se canta);

PCA (Principal Component Analysis) para encontrar patrones comunes de actividad cerebral entre cantantes;

a veces CSD (Current Source Density) para refinar mapas topográficos de generadores neuronales.

Incluso sin entrar en todo el detalle de EEG, la lógica es la misma:
medir señales internas + medir desempeño + probar cómo se mueven juntas.


Resultados principales: la interocepción no es un detalle

El mensaje clave:
La interocepción está fuertemente ligada a la experticia vocal;

Los cantantes suelen mostrar una conciencia más refinada de señales corporales internas;

Esa conciencia sostiene tanto:

un control fino de altura tonal y manejo de la respiración (experticia técnica),

como una competencia musical más amplia (expresividad, timing, matiz).

Pero hay un matiz:
en algunos casos, demasiado foco interoceptivo puede volverse una trampa —
generando auto-monitoreo excesivo, tensión o ansiedad escénica.

De ahí el “doble papel” del título:
la interocepción puede ser soporte u obstáculo, dependiendo de cómo se integra.


Lectura del estudio a través de nuestros conceptos

1) Mente Damasiana y Cuerpo-Territorio

En el sentido de Antonio Damasio, la conciencia se construye desde el diálogo entre interocepción y propiocepción.
Aquí, cantar es literalmente Mente Damasiana en performance:

interocepción: respiración, sensaciones viscerales, ritmo cardíaco;

propiocepción: postura, posición de la laringe, músculos faciales;

exterocepción: el sonido que regresa por el aire y por conducción ósea.

“Embodied Singing” es exactamente la palabra científica para lo que llamamos Cuerpo-Territorio:
la voz como lugar donde cuerpo, mundo y cultura se encuentran.

2) Quorum Sensing Humano (QSH)

Cuando un coro canta, o cuando un cantante está en el escenario con una banda, el QSH está en todas partes:

cuerpos afinándose al mismo tempo,

ciclos de respiración compartidos,

microajustes de entonación para encajar en el contexto armónico.

Este estudio nos invita a ver la interocepción como base del QSH:
solo afino con otros porque antes puedo afinar conmigo.

3) Eus Tensionais y Zonas 1 / 2 / 3

Zona 1: técnica automática — escalas repetidas, músculos “llevando el control”.

Zona 2: el momento de Fruição (disfrute encarnado), cuando cantante y canción se vuelven una sola cosa; aquí la interocepción sostiene el matiz expresivo.

Zona 3: cuando la ideología toma el cuerpo — culpa, miedo, perfeccionismo escénico, demandas religiosas o del mercado.

Los Eus Tensionais aparecen con claridad:
el “yo técnico” que quiere controlarlo todo;

el “yo expresivo” que quiere soltarse;

el “yo juzgado” que teme el error ante una audiencia colonizada.

La interocepción puede:
ayudar el paso a la Zona 2 (cuando enraíza presencia),

o encarcelar al cantante en Zona 3 (cuando amplifica ansiedad y autocrítica).

4) DANA y Yãy hã mĩy

DANA — la inteligencia del ADN — aparece en la manera en que el entrenamiento esculpe el organismo:

adaptaciones metabólicas,

eficiencia respiratoria,

plasticidad neural en circuitos audio–motores.

Yãy hã mĩy (del pueblo Maxakali), originalmente el acto de imitar al animal antes de cazar, se expande aquí:
el cantante imita y se vuelve la canción,
ensayando movimientos, vocales, intenciones,
hasta que voz e identidad se superponen en la performance.

“Embodied Singing” es, en cierto sentido, una descripción de un Yãy hã mĩy (del pueblo Maxakali) musical:
cantar bien es volverse el sonido que quiero ofrecer.


Avatares Referencias — ¿quién mira este estudio?

Cuando miro este artículo a través de nuestros Avatares Referencias, siento de inmediato la presencia de:
Avatar Olmeca — el avatar cultural-perceptivo,
que me recuerda que la voz nunca es solo fisiología, sino también historia, lengua, heridas coloniales, coros de iglesia, cantos indígenas.

Junto a Olmeca, DANA me susurra que cada hora de práctica es el ADN reorganizándose para sostener una nueva forma de existir en el mundo a través de la voz.


Por qué esta publicación importa para una Neurociencia Decolonial

Zamorano y colegas hacen algo fundamental:
muestran que sentir el cuerpo es central para la excelencia musical;

tratan la interocepción no como ruido, sino como inteligencia central;

abren un puente entre el entrenamiento técnico de la voz y la experiencia vivida.

Para una Neurociencia Decolonial, esto significa:
podemos leer el canto no solo como performance,
sino como ritual de pertenencia,
como presencia política de cuerpos que fueron históricamente silenciados.

En América Latina, cada canto popular, cada canto indígena, cada voz quebrada por el dolor lleva esta misma verdad:
no hay música sin Cuerpo-Territorio;
no hay neurociencia de la música sin Taá.


Palabras clave para búsqueda científica

“Zamorano Haumann Ligato Maublanc Brattico Vuust Kleber 2025 Embodied Singing dual role interoception vocal expertise musical competence Annals of the New York Academy of Sciences”

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Jackson Cionek

New perspectives in translational control: from neurodegenerative diseases to glioblastoma | Brain States